miércoles, 17 de enero de 2024

FELIPE GONZALEZ NO ES UN JARRÓN CHINO. ES UN MOJÓN DE LOS CHINOS

 

FELIPE GONZALEZ CON LOS GAL A SU ESPALDA. NO LO HEMOS OLVIDADO

Felipe Gonzalez saca su lado más intimo y real para criticar a Sánchez. El mismo Felipe Gonzalez que recibió 202 diputados en el año 1982 sin  haber pasado ni un cuarto de hora detenido en una comisaria. El protegido y financiado por Willi Brandt, tambien finació a la UGT, que tuvo tentaciones cesaristas, de cesar y promulgó leyes contra la clase trabajadora: "anulo articulos del Estatuto de los Trabajadores". Nicolas Redondo rompió el escaño del congreso para protestar. Hoy nosda lecciones de Constitución, primero aplicate el mandamiento de "no mataras". Sí, señor Gonzalez, el GAL asesinaba y, lo sabemos que era obra de su gobierno, porque su ministro José Barrionuevo, lo ha reconocido que el GAL, grupo de asesinos a sueldo del gobierno de Gonzalez estaban a las ordenes del gobierno de Felipe Gonzalez.

Gonzalez no es un jarrón chino, es un mojon chino. Para eso has quedado Felipe, junto con el mentiroso de Alfonso Guerra. ¡Joder que pareja de miserables!

Un tal señor X

Durante los dos primeros gobiernos de Felipe González un grupo armado parapolicial, los GAL, asesinó a 27 personas, muchas de ellas sin ninguna relación con ETA ni el independentismo vasco.
FELIPE ABRAZA A SUS SICARIOS ENTRANDO EN LA CARCEL

Objetiva y políticamente, por acción u omisión consciente, González es el señor X”. El 10 de enero de 1995, Julio Anguita, coordinador de IU, situaba sin tapujos al presidente del Gobierno en la cúspide del organigrama del juez Baltasar Garzón sobre los GAL, el grupo parapolicial que estuvo activo entre 1983 y 1987, y cuyos crímenes se juzgaban en esos momentos en España. “Aquí tenemos a un presidente del Gobierno implicado en un caso de terrorismo de Estado“ subrayaría Anguita. Nunca se habían hecho acusaciones tan gran graves a un jefe de Gobierno.

España no fue el único país europeo en el que es Estado recurrió en los años 80 a prácticas terroristas. El gobierno de Margaret Thatcher lo hizo contra el IRA y no tuvo reparo en admitirlo. En 1985 los servicios secretos de Miterrand hundieron en el Pacífico un barco de Greenpeace que habían ido a denunciar ensayos nucleares franceses en el atolón de Muroroa. Un militante ecologista perdería la vida en el atentado. Italia tiene también una zona oscura en cuanto a la complicidad o vinculación de sectores del Estado con el llamado “terrorismo negro” practicado por la ultraderecha entre los años 70 y 80. Sin embargo, en ningún caso el recurso a la guerra sucia directamente organizada por el Estado llegaría a los niveles de España.

Aquí había tradición, y el nuevo poder socialista cabalgó sobre ella. El terrorismo de Estado durante los gobiernos de Felipe González presenta una inquietante continuidad con prácticas del tardofranquismo que chocan con el imaginario de “modernización” y “consolidación democrática” que una parte del periodismo y la historiografía afines al PSOE han venido construyendo sobre este periodo. Lejos de romper con las prácticas parapoliciales del final del franquismo y la Transición, el PSOE las radicalizó, respondiendo a la ofensiva de ETA de más de dos asesinatos al mes con otra ofensiva contraterrorista que incluyó secuestros, coches bomba, tiros en la nuca, apaleamientos, torturas y cadáveres enterrados en cal viva.

¿Puede usted dormir sin pensar en las torturas a Lasa y Zabala.?





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