AQUÍ ESTAN LOS CINICOS DEL PP. AZNAR Y SUS MUERTOS POR LA GUERRA DE IRAK, FEIJÓO Y SUS MENTIRAS ODIOSAS, RAJOY POR SU MAL HACER EN CATALUÑA Y SER MALA PERSONA.
Todo en su sitio. Pedro Sánchez en la Moncloa, incorporando nuevos ministros y manteniendo en el Gobierno a su núcleo duro; la derecha y la ultraderecha, ya indistinguibles, a la intemperie.
Pongámonos, por ejemplo, en las décadas finales del siglo pasado. En los años setenta quiso el comunismo occidental variar el rumbo que habían seguido desde su fundación y Carrillo, Berlinguer y Marchais sellaron en Madrid el nacimiento del eurocomunismo, abandono de la revolución, integración en el juego democrático. El español, por ejemplo, lo pondría a prueba de inmediato, monarquía, urnas y bandera de una tacada.
¿Qué hizo poco después la gran derecha mundial? Emprender el camino contrario y lanzarse al feroz neocapitalismo de Thatcher y Reagan, bendecido por el papa Wojtila.
¿Acaso han sido los jueces de izquierdas quienes se han echado a la calle para protestar por las infamias de la derecha? ¿Son los magistrados progresistas los que han boicoteado el Consejo del Poder Judicial? ¿Militares de izquierdas han pedido a los generales que den un golpe de Estado, o han sido esos oficiales franquistas a los que precisamente una generosa amnistía libró de cualquier juicio sobre sus posibles fechorías contra los derechos humanos, los que intentan otro Alzamiento fascista y la destrucción de la democracia? ¿Los sindicatos llamados de clase se han hecho trostkistas, han convocado huelgas salvajes una tras otra, o quizá han participado en cuantas mesas de negociación se han abierto con los empresarios? Sigan la ronda del contraste que no tiene fin. Abogados de izquierdas, inspectores de Trabajo o de Hacienda también de izquierdas, etcétera. Respeto absoluto a las leyes. Las togas en la calle, esa aberración, es cosa de la derecha. Reaccionaria.
Risa da hacer la misma comparación con la prensa y otros medios. ¿Quizá El País o La Vanguardia se han llenado de proclamas izquierdistas, llamadas a la revolución, críticas salvajes a los dirigentes de la derecha? ¿Alguien en los medios de comunicación alejados de la ultraderecha rampante, como los citados, ha llenado sus columnas de opinión de insultos de bulto a Feijóo, como hacen a diario los periodistas de la caverna con cualquiera que desprenda un cierto aroma de izquierdas, y no digamos cuando se refieren a Sánchez, improperio grosero tras insulto basto y despreciable siguiendo la educada estela de Isabel Díaz Ayuso? Son tan cínicos los periódicos citados como para titular el viernes pasado, el día que prometía su cargo Sánchez ante el Rey, como lo hizo El Mundo: “Empresarios y fondos alertan del riesgo de invertir en España”. ¿Qué decía la prensa económica ese mismo día? Pues esto: “El Ibex 35 toca máximos desde el estallido de la pandemia tras la investidura de Sánchez”. ¡Y no se ruborizan! ¡Qué desvergüenza! No es nada raro. Han seguido la estela marcada en Estados Unidos por la ferocidad vociferante de la cadena Fox, de Rupert Murdoch, el conglomerado mundial del que José María Aznar, ese gran hombre que azuza a la derecha rampante, recibe todos los años abultados estipendios.
Claro que peor lo tienen en la derecha siamesa. Porque los males que le llegan al PP tras su alianza de sangre con Vox son ciclópeos. Insalvables. Nadie quiere que le vean en la calle con semejante esperpento, máxime cuando la ultraderecha se ha desnudado y ya emplea las tácticas de las tropas de asalto fascistas. Pero su alianza ya ha ido demasiado lejos y a ver ahora quién rompe los lazos en comunidades y ayuntamientos, los cargos y las múltiples prebendas que Feijóo ha cedido graciosamente a Abascal, tan contento de haberse conocido y poder ejercer con desfachatez su cinematográfico papel de Harry el Sucio. Arréglame el día, le dice cada lunes al inane líder –por ahora– del grupito de Génova. Pero como ustedes saben, todo es empeorable y el PP aún puede equivocarse más cediendo poder a la reina del vermú, mera aspirante a participar en Operación Triunfo aunque ella se cree Taylor Swift. Díaz Ayuso, la doña Rogelia de Miguel Ángel Rodríguez, no se equivoquen, es nada con sifón. Fanfarrona de chiringuito. Pies de barro, cabeza de barro. Hablaremos más de ello.
DETRAS DE TODO EL FACHERIO DE DERECHAS ESTA JOSÉ MARÍA AZNAR QUE NO HA DIGERIDO SU DERROTA EN EL 2004. AZNAR ES EL RENCOR EN SU ESENCIA. ESE ES EL CULPABLE.
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