A Feijóo le pasa como a los boxeadores sonados, pierden el sentido de la realidad. Dicen del contrario "no me toca" y le ha metido 187 votos frente a 139, una paliza en toda regla. Pero el sigue a lo suyo "no me toca".
La soledad es muy mala y cuando no se reconoce es peor. Feijóo está solo, como dirían Los Brincos "Nadie me quiere ya". Pero él, engañado por su corte mediatica: El Abc, La Cope, y los pelotas de Libertad Digital y el inefable exministro de exteriores Margallo, los mismos que le prometieron una mayoría aplastante en las encuestas, le animan a seguir jodiendo la parva para que se entere Sánchez con quién se juega los cuartos.
Feijóo se anima y pide que le nombren Presidente del Gobierno por haber ganado las elecciones, No es broma, es la pura verdad, no hay más que ver lo dicho por su Bendodo: "La tradición democrática obliga a que el ganador de las elecciones se presente a la investidura". Todo una mentira absurda, pero si cuela cuela.
Hoy se ha visto la soledad de Feijóo, no le quieren ni los de Vox.
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