jueves, 1 de agosto de 2024

EL DESPRESTIGIO GASTRONOMICO DE PARADORES DE TURISMO


 PARADOR DE CARDONA

Después del Covid, los Paradores de Turismo han sufrido una caida de la calidad gastronomica espectacular, pero no así los precios.

Soy amigo oro, esto quiere decir que me he dejado más de tres mil euros el año pasado, y el anterior, y el anterior... Hablo con conocimiento de causa.

El año 2021, después del Covid, desaparecieron los platos calientes preparados en los bufeet del desayuno, hasta entonces una grantía de calidad. En el primer parador que visté el año 2022 lo aprecié inmediatamente. No fue algo aislado, es una constante en todos los paradores, de tres, cuatro o cinco estrellas. Baja la calidad, en algunos algo vergonzoso, como en  el renovado San Marcos de León, un  cinco estrellas, que solo se ven en el precio y lo digo porque pedí "unas migas" y lo que me pusieron eran unos trozos de no se sabía que cosa era pero duro como una piedra que no lo puede meter en la boca por miedo a perder una pieza dentaria. Se lo digo a la camarera y ni me contestó. En el almuerzo me garantizaron que "el lechazo tenía denominación de origen" pero lo que tenía era cuatro dedos de grasa impropio de un cordero lechal, lo devolví y no me lo cobraron.

En el parador de Benicarló, Valencia, la fruta del bufeet del desayuno es infame, el melón y la sandía no sabe a nada y los demás igual. Pides uno churros y estan correosos y son incomestibles, pides un huevo frito y la yema esta "maciza". La bolleria es buena pero te soplan 20 euros por el desayuno que termina siendo bollos.

Paradores, lo digo con conocimiento de causa, tenía una garantia gastronomica. Desde el año 1973 que dormí en el parador de San Marcos de León, me enamoré de los paradores. El desayuno era majestuoso y digno de aplauso, lo he visitado en muchas ocasiones antes del Covid y puedo decir que en la visita de este año todo fue una decepción.

Empezamos con la atención en la llegada. Estaban tres puestos abiertos y solo atendián en uno, estaban en animada charla sin  hacer caso a los viajeros que queriamos un poco de agilidad para acceder a las habitaciones. Muy propio del funcionario que  ha cosechado tan mala fama. Seguimos con la grosería de la persona que nos atiende, un hombre. Paradores premía la fidelidad con un programa de puntos, por cada tres euros te dan un punto. El parador de León me costó en puntos unos 700 puntos por noche, esto supone haber gastado 2.100 Euros  antes para una noche, para tres noches eran  más de seis mil euros gastados previamente. El fulano de la recepción soltó un "anda, es una habitación con puntos" como si fuera de la  beneficiencia, inmediata mente le llamé al orden con un "ese comentario en alta voz sobra". Me pidió disculpas y un compañero le sustituyó. Una grosería intolerable.

El parador de San Marcos de León tenía una visita interna preciosa que la han suprimido, todo ha sido suprimir servicios y subir las tarifas.

En calidad gastronomica tuve la desgracia de comer en el parador de Olite, Principe de Viana, un autentico atentado a la comida Navarra. En Olite, fuera del parador se come de fabula. Pero la comida del parador, precioso, es infame. El famoso "chilindrón" se me hizo bola. Nada que ver con lo comido en restaurantes de la zona.

Es una pena ver como se degradan los servicos que tenían vitola de calidad. Hay servicios y que se pierden y no se recuperan pero se siguen pagando por buenos y no lo son.

Un aplauso en general al personal de Paradores, menos a los cocineros chapuzas que no saben freir un huevo ni hacer churros. A las camareras y recepcionistas, menos al mendrugo de León. un aplauso.




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