TREVIJANO HA SEGUIDO EN EL TC COMO LO HIZO EN LA UNIVERSIDAD JUAN CARLOS REY "REDUCIENDO SU PRETIGIO A LA NADA" POR SU PERSONALISMO
La reivindicación del papel del Tribunal Constitucional, realizada por el presidente saliente Pedro González Trevijano en su discurso de despedida supone un monumento al cinismo
En este sentido, la reivindicación del papel del Tribunal Constitucional, realizada por el presidente saliente Pedro González Trevijano en su discurso institucional de despedida supone un monumento al cinismo, ya que contrasta totalmente con lo que ha sido el funcionamiento y la dirección del órgano de garantías constitucionales a lo largo de casi una década de mayoría conservadora que ahora termina.
Dicho funcionamiento ha estado presidido por una dinámica de imposición de la mayoría sobre la minoría, la polarización interna y los vetos personales, que ha dañado gravemente su prestigio en su tarea de máximo intérprete de la Constitución y en la garantía de los derechos fundamentales, las libertades públicas y la supremacía de la Constitución.
No va a ser tarea fácil recuperar el clima de consenso interno y el prestigio del Tribunal Constitucional
Una muestra dramática de ello han sido las sucesivas declaraciones de inconstitucionalidad de la limitación de la movilidad del estado de alarma y de la breve interrupción del registro del Congreso, decididas en el marco de sus atribuciones por parte del gobierno y el parlamento con el objetivo de hacer frente a la amenaza para la vida y la salud de los ciudadanos debida a la pandemia de la covid19. Sentencias impuestas por parte de la mayoría conservadora del tribunal a instancias del negacionismo de la ultraderecha. Unas declaraciones de inconstitucionalidad sin parangón en el ámbito europeo e internacional y que retratan a una mayoría que ha pretendido instrumentalizar el alto tribunal para ejercer de oposición política al gobierno así como de tercera cámara frente al Parlamento.
La autocontención propias de un tribunal de garantías constitucionales, sin embargo, ha saltado por los aires con la enmienda a la proposición de ley que pretendía superar el veto a la renovación por parte de una mayoría conservadora espuria, tanto en el CGPJ como en el propio Tribunal Constitucional, frente a la que la mayoría conservadora ha impuesto su rodillo, recreando con ello un hoy inexistente recurso previo de inconstitucionalidad, para así ejercer una suerte derecho de veto no contemplado en la Constitución.
LO DICHO: TREVIJANO ES UN MONUENTO AL CINISMO
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