DÍAZ AYUSO ES PEOR QUE EL COVID-19
¿Qué es el caos? ¿Y tú me lo preguntas? El caos eres tú. Isabel Díaz Ayuso
En vez de proteger la salud de los ciudadanos a los que representa, Díaz Ayuso opta por la confrontación política a través del empecinado obstruccionismo a todas las medidas que se le han puesto encima de la mesa. Un bloqueo partidista y temerario que no se sabe si le va costar votos pero que, seguro, se llevará vidas por delante.
Díaz Ayuso ha sido engullida por su forma de hacer política. Tender la mano está en las antípodas de su ideología y es incapaz de asumir que las furibundas críticas que lanzaba a diario al Gobierno en las peores semanas de la pandemia ahora se le han vuelto en contra.
Entiende la peor presidenta que ha tenido Madrid en su historia (que ya es decir) que la petición de ayuda es un signo de debilidad y, más aún, que no puede encajar lo que solo ella entiende como una derrota. Por eso fuerza al máximo al Gobierno para que imponga por la vía del BOE un confinamiento suave de las zonas más afectadas de la comunidad. Es una estrategia infame para vender a su electorado que, si la economía empeora, es por culpa del Gobierno. Que si sigue habiendo muertes, es por la injerencia de un Ejecutivo cuyas medidas no han funcionado. Que si se hace lo contrario a lo que ella piensa es porque Pedro Sánchez es un tirano al que sólo se le debe acatamiento. Así de simple, así de estúpido.
Todo genera tanto bochorno como indignación: esta semana Ayuso se negó a confinar Madrid, luego aceptó un trato para confinar Madrid, más tarde rompió el trato, horas después se declaró en rebeldía cuando se le impuso ese trato, rebeldía que luego se transformó en un acatamiento enfurruñado y remató con un recurso victimista. Si esto es responsabilidad y altura política, Bertín Osborne es Winston Churchill.
La situación a la que ha llevado Isabel Díaz Ayuso a los madrileños es tan trágica que son los desamparados ciudadanos quienes llevan semanas pidiendo ser confinados para no morir. Esa es la situación. Taparse los oídos ante una situación así es, además de temerario, de una irresponsabilidad inaceptable.
“Buena suerte”, tuiteó la dimitida directora de Salud de Madrid con una imagen de la orquesta del Titanic. Nunca nadie pudo imaginar que nuestro iceberg tenía nombres y apellidos: Isabel Díaz Ayuso.
El remate final, Díaz Ayuso dice al ABC, a quién si no: "NO SE PUEDE CONFINAR A CIEN PERSONAS PARA SALVAR A UNA" Un principio muy miserable y simplista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario