domingo, 2 de febrero de 2020

ESTADO DE CRISPACIÓN PERMANENTE

PABLO CASADO EN MANOS DE JOSÉ MARÍA AZNAR
La crispación empezó en España cuando la extrema derecha vio la posibilidad de un cambio de Regimen, el franquista por uno democrático. Recordemos a José Antonio Girón de Velasco, el león de Fuengirola, con aquella voz atronadora anunciar la vuelta a las armas para preservar el Regimen del 18 de Julio. No amenazaba en balde los muchachos de Fuerza Nueva con el cabecilla Blas Piñar, actuó con violencia desde 1976 hasta 1982 fueron responsables de los asesinatos de los abogados de la calle Atocha ademas del de Yolanda Gonzalez militante de izquierdas, entre otros.

La crispación cambio de las pistolas a las palabras y apareció José María Aznar y su "marchese señor Gonzalez" con autoría de Miguel Angel Rodriguez, alias el borrachín y broncas. Se puso en marcha 'el sindicato del crimen' grupo de periodistas encabezado por Luis María Ansón, que como él mismo reconoció públicamente "al no poder sacar del poder a Felipe Gonzalez de forma democrática idearon desalojarlo por otros métodos". Los métodos eran la intoxicación permanente por radio televisión  y prensa escrita. En este grupo estaba Luis María Ansón, como ya ha quedado dicho, Pedro J Ramirez, Federico Jimenez Losantos en la emisora de los obispos, Jose Luis Gutierrez y Luis del Olmo entre otros más. Al final lo consiguieron y en el 1996 ganó Aznar, que hablaba catalán en la intimidad. Pero llego el terrible 11-M de 2004 y el 14-M día que ganó Zapatero. Todo el aparato crispador se puso en marcha y pasamos una legislatura del 2004-2008 que es para no recordar. Partieron España en dos. Hubo familias que se rompieron y grupos de amigos que dejaron de hablarse. Yo fui testigo presencial de con se rompe un grupo de amigos por la burradas que decían esa cuadrilla de miserables.

Con el Zapatero de 2008-2011 emplearon la táctica de arruinar España. Ya se lo dijo la diputada Canaria al ministro de Hacienda Montoro "están hundiendo España". A lo que contestó Montoro "qué se hunda, que ya la levantaremos nosotros".  Hace falta ser mal nacido.

Desde la sentencia de la Gürtell en mayo del 2018 el PP tenía un pie mas fuera que dentro. Albert Ribera lo sentenció "se ha terminado la legislatura", no como pensaba él, si no como lo montó Pedro Sánchez con la moción de censura y, los 180 diputados que la apoyaron. Esto a los del PP del sentó peor que a los conejos los perdigones, montaron en cólera y llamaron de todo a Pedro Sánchez.  El PP estaba desarbolado, le habían metido un torpedo en la linea de flotación y la corrupción había alcanzado la Santa Barbara. Saltaron por los aires cuando se las prometían tan felices hasta terminar la legislatura en 2015. 

Pedro Sánchez convocó elecciones que vinieron a corroborar el desastre del PP con su nuevo presidente Pablo Casado y su nuevo equipo.


Casado la noche del entierro con 66 diputados.

Entonces empezó la operación "desalojar al okupa Sánchez de la Moncloa" a la que se sumó de buen grado Alber Ribera. También participo´en la 'balasera' Pablo Iglesias que era la otra pieza del tablero que necesitaba Sanchez. Perdieron la ocasión entre insultos mutuos y volvimos  a votar. Los resultados no fueron los que esperaban en la Moncloa y ahora tocaba fundirse en un abrazo los irreconciliables Pedro y Pablo con la ayuda de ERC.

Este acuerdo ha puesto de los nervios a los del PP que ya contaban con otras elecciones, además ha dado 'cuartelillo' a Aznar después de tenerlo en el cuarto de las escobas. Y Aznar a vuelto con la crispación


El mismo Aznar que abomina de lo que antes abrazó.


Este Aznar del 96 hablaba catalán en la intimidad y a ETA la llamaba Grupo de Liberación Vasco. Hoy le marca la pauta a su muñeco del guiñol Pablo Casado y vuelve con el lema de "nada queda fuera de la crispación" Ni el terrorismo.


AZNAR VUELVE A SUS ORÍGENES FACHAS

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