martes, 28 de noviembre de 2017

"PARÍS BIEN VALE UNA MISA"

JUNQUERAS "EL APOSTATA"
La frase de "París bien vale una misa" se le atribuye a Enrique IV de Francia, Enrique III de Navarre, pretendiente hugonote (protestante) al reino de Francia, que eligió convertirse al catolicismo para poder reinar en Francia. Desde entonces, se emplea la frase para dar a entender que "por  reinar, o  algo parecido, se hace lo que sea menester".

Junqueras, Marta Rovira y los conseller encarcelados se han avenido, allanado en términos judiciales, a "lo que diga el 155". "Y que quede muy claro que lo de la DUI fue un invento del Estado, que nosotros hemos sido siempre fieles cumplidores de la Ley".  Queda clara la relación con el "París bien vale una misa".

En el colmo del "delirio", la Marta Rovira que cada día nos sorprende con una nueva  collonada, gilipollez, nos dice ahora "que eso de la declaración de la República Independiente de Catalunya y la Desconexión  Unilateral , fue todo un invento del Estado". Esta no tiene limite en su descaro. Mira, Martita , te crees más lista de lo que eres, no pasas de contar cuentos a los fanáticos que se lo creen todo. Haztelo mirar guapa.

Aparece el llorón del mosén Junqueras y dice "yo no he sido, yo acato lo que sea pero que me saquen del talego". Y, deja con el culo al aire a todos los independentistas que se creyeron sus "tontunas insensatas de visionario en éxtasis". 

El espectáculo bochornoso que están dando todos los padres del procés, desde Mas hasta Puigdemont, avergüenza a cualquier catalán con "una mica de seny".

Lo mas indignante es la falta de respeto a el pueblo catalán. Ahora que están pillados reconocen "que lo prometido, la Republica independiente, era un imposible". Ahora que habéis divido y enfrentado a toda la sociedad catalana.

Y de la misma manera que ahora reniegan de lo que defendían anteayer y que la gran mentira que han construido durante  años ha quedado al descubierto, también deben entender  que su momento ha pasado y que su lugar en los libros de historia estará más cerca del oprobio que del heroísmo.

Un dicho lo resume todo: "prometer y prometer hasta meter, después de metido, de los prometido, me olvido".

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