Este viaje empieza en Madrid con vuelo a Buenos Aires. Lo gestiona Lineas Aéreas Argentinas. La atención en el vuelo es "inesistente" y son trece horas de vuelo. Muy distinto del personal de tierra, que al conocer mi condición de discapacitado físico, todo fueron facilidades.
Durante el vuelo nos dieron una cena, por llamarla de alguna manera, mala de solemnidad. Luego un desayuno bastante mejor que la cena. Y eso fue todo, ni antifaz ni calcetines, nada, una manta y una almohada.
La recogida de maletas fue muy larga y, después de 17 horas de viaje se hace duro. Los tramites aduaneros son muy engorrosos. Total, una hora y media y a la calle.
Te espera una "guía puesta por la Agencia CATAI" , informa mal del peso del equipaje de mano en cabina por persona en vuelos interiores. Son 8 kilos y no los 5 que decía ella. Pone mucho interés en vender excursiones, esto es general. Nos reparte por los hoteles asignados. En nuestro caso es el Internacional, un magnifico hotel céntrico. La reserva es "a partir de las tres de la tarde". Una faena indecente cuando llevas 20 horas de viaje. CATAI no nos ofreció la posibilidad de pagar la habitación y ocuparla al llegar. Al contrario, nos programó una "visita panorámica a las 9 de la mañana". Ya hace falta tener mala leche para hacer semejante faena. Para mayor abundamiento en la faena, a las tres de tarde había otra visita panorámica
Te toca esperar en el hall del hotel. El aire estaba muy frió y yo agarre un catarro que me ha acompañado todo el viaje. Dos cajas de antibióticos y tres frascos de jarabe que se los "agradeceré toda la vida a CATAI". Aclaro que es el cuarto viaje importante que hago con CATAI.Este viaje para salir de Madrid hubo que pagar 12.300 €, en régimen de alojamiento y desayuno. Muy mal por CATAI.
En el viaje aparecen personas muy curiosas. El primero fue uno que quiso "pegar la hebra" con el fútbol. Ante mi respuesta de "no me interesa el fútbol", se quedó muy cortado. Era un manchego, funcionario de Junta de Andalucia con modos y maneras de señorito andaluz.
Otro curioso fue uno de mediana edad muy ataviado con ropa de montaña, que no te ayudaba al subir o bajar del BUS, recuerdo que soy discapacitado. Se sentaba en su asiento, el primero que había, por eso digo lo de ayudar a subir y se ponía como los cuervos a mirar el espectáculo. Yo recuerdo de mi época joven que íbamos a la Sierra en la que la camaradería era la norma. Por supuesto que se ayudaba a quien lo necesitaba, se compartía la merienda y la cantimplora, era el espíritu de la montaña. Ahora se disfrazan y no te dan la mano así te vean con dificultad para subir. Todo lo contrario de los guías, siempre atentos y preocupados. Han sido muy profesionales, menos la de Buenos Aires.
En el Parque Nacional Torres del Paine el guia era lo mejor de lo mejor. Me reservó los asientos más cómodos. Era un profesional magnifico. En una caminata nos comentó que había estado el cardenal Rouco Varela, que iba acompañado de una tropa de servidores, entre los que se encontraba una "joven ayudante" que la tenía a su servicio las 24 horas del día, que llevaba un bastón con un "pedrusco en la empuñadura" y, que decía misa todos los días, pero solo para su tropa. También había estado Alvarez Cascos, presumiendo de rico que lo puede todo. Una caminata la hizo casi toda a caballo. Dijo "yo pago lo que sea, pero quiero un caballo hasta donde pueda subir". Con dinero pides un helicóptero y luego te haces la foto arriba.
En el Parque Nacional Torres del Paine el guia era lo mejor de lo mejor. Me reservó los asientos más cómodos. Era un profesional magnifico. En una caminata nos comentó que había estado el cardenal Rouco Varela, que iba acompañado de una tropa de servidores, entre los que se encontraba una "joven ayudante" que la tenía a su servicio las 24 horas del día, que llevaba un bastón con un "pedrusco en la empuñadura" y, que decía misa todos los días, pero solo para su tropa. También había estado Alvarez Cascos, presumiendo de rico que lo puede todo. Una caminata la hizo casi toda a caballo. Dijo "yo pago lo que sea, pero quiero un caballo hasta donde pueda subir". Con dinero pides un helicóptero y luego te haces la foto arriba.
Hemos tenido la suerte de conocer a los dos argentinos más simpáticos de Argentina. Nos hicieron de taxista en dos ocasiones. Unos ángeles maravillosos. Con los españoles que coincidíamos en las visitas, ya digo los "montañeros" que eran de Málaga, unos de Vitoria, ella de extremadura y él de Burgos. Iban a su aire. En este viaje todo el mundo iba su aire.
El viaje es muy interesante pero tiene muchos tiempos muertos. Por ejemplo, llegas a un hotel a las 12 del medio día y te dicen que no te dan la habitación hasta las tres de la tarde. Te has levantado a las 6 de la mañana, has esperado que te recogieran y te llevaran al aeropuerto tres horas antes de la salida, vamos, que no estás muy fresco, y cuando llegas al hotel te toca esperar tres horas más. O marcharte y pasar el rato. En otros, como el de Puerto Varas, el Cumbres, te piden la tarjeta de crédito y sin tu permiso te bloquean 200 $USA. Recibes la notificación de tu banco y les pide explicaciones, te contestan "que es su forma de actuar", les montas el pollo y reculan.
En otro, en Bariloche, hotel Alma del Lago, no respetan la reserva de dos camas. Montse les montó el pollo y nos dieron la suite con tres camas. No es agradable tener que ir con la espada levantada, pero al turista lo tratan como borregos.
Hemos conocido hoteles de muy distinta condición. El Intercontinental de Buenos aires, magnifico. Una atención de cinco estrellas, que es lo que habíamos pagado. En Puerto Madryn, el hotel Hotel Territorio, ecologista y muy cómodo. En Usuahia el Los Cauquenes Resort, magnifico. En el Calafate el Alto Calafate, cómodo y con servicio de BUS. Comimos un cordero "crucificado" magnifico. La palma se lo lleva el The Singular,en Puerto Natales, una antigua factoría de pescado congelado con unas vista maravillosas y una comodidad digna de aplauso. Los jabones eran de L´Occitane. La merluza negra "magnifica". Tenía un funicular.
También viajamos en BUS de linea regular, son comodísimos. En el hotel Dreams del Estrecho en Punta Arenas, Chile teníamos una televisión más grande que la de mi casa. El desayuno muy malo. En Iguazú, Loi Suites Iguazú, un hotel integrado en la selva. Muy bueno y muy ambles. Nos prorrogaron la habitación hasta las 2 de la tarde. Nos recogieron a las cuatro.
En Iguazú conocimos a dos ángeles de la guarda. Dos argentinas muy amables que nos ayudaron mucho. Muchas gracias a las dos.
A la vuelta, un vecino de casa, con años a sus espaldas, ingeniero industrial, me hace la siguiente pregunta "¿y cuando estas por ahí abajo, si se te estropea el coche que haces?". La pregunta denota la estupidez del sujeto. Y yo le contesto. "Como tu eres un hombre de fe y muy creyente, te aconsejo rezar, pero rezar con devoción". En mi vida me han hecho una pregunta más estúpida.
A la vuelta, un vecino de casa, con años a sus espaldas, ingeniero industrial, me hace la siguiente pregunta "¿y cuando estas por ahí abajo, si se te estropea el coche que haces?". La pregunta denota la estupidez del sujeto. Y yo le contesto. "Como tu eres un hombre de fe y muy creyente, te aconsejo rezar, pero rezar con devoción". En mi vida me han hecho una pregunta más estúpida.
El viaje es magnifico, salvo la faena de CATAI. No se la perdonaré en la vida.
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