En los atentados terroristas de las Ramblas de Barcelona han muerto 16 personas y hay muchos heridos, algunos muy graves. Mi respeto y sentimiento con ellos.
El Gobern de la Generalitat de Cataluña está en salirse de España y en eso pone todas sus acciones, en demostrar que son capaces de "en solitario" saber actuar en cualquier situación.
El Gobern de la Generalitat de Cataluña está en salirse de España y en eso pone todas sus acciones, en demostrar que son capaces de "en solitario" saber actuar en cualquier situación.
Desde el primer momento que se empezaron a dar informaciones, tanto el conseller de Interior, el major de los Mossos d´Escuadra como el propio Puigdemont, algo apestaba a "mentira". Hoy el Periodico de Cataluña aclara las mentiras urdidas por todos los responsables del Gobern de la Generalitat.
En este país, los ceses políticos derivados de un engaño son una excepcional excepción. Precisamente, hay un precedente en la dirección política de los Mossos d’Esquadra. Manel Prat hubo de dimitir como director general de la policía catalana después de haber negado por activa y por pasiva que ninguno de sus agentes hubiera dejado tuerta de manera totalmente gratuita a la ciudadana Ester Quintana. Prat se resistió lo suyo a dejar el cargo: antes hizo falta que un grupo de mossos mataran a golpes en la calle a otro ciudadano, Juan Andrés Benítez. Es decir, que en buena ley seguramente tampoco fue relevado por haber mentido, sino por la acumulación de escándalos policiales bajo su mandato y por la falta de sintonía política con el 'conseller' de Interior del momento.
Tres años después del cese de Prat, los Mossos, pese a haber realizado una brillante y celebrada gestión informativa del atentado yihadista de la Rambla, han vuelto a mentir a la ciudadanía. Para ser rigurosos, no solo los Mossos, por boca de su 'major', Josep Lluís Trapero, han engañado a la opinión pública al negar que hubieran recibido aviso alguno de la CIA sobre la posibilidad de que terroristas islamistas estuvieran preparando este verano un atentado en la Rambla de Barcelona. Antes que Trapero, habían hecho lo propio el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y su 'conseller' de Interior, Joaquim Forn. La cadena de mando al completo faltando a la verdad. Forn y Trapero no se conformaron con eso. El primero acusó además a los periodistas de «ensuciar el trabajo de los Mossos» y el segundo les culpó literalmente de «echar mierda» sobre la policía catalana. Edificante, realmente edificante, institucionalmente edificante.
Ahora, con la nota de la CIA sobre la mesa, el Gobierno catalán y su policía deben explicar por qué han mentido reiteradamente sobre la información de EL PERIÓDICO. Por qué han denigrado el trabajo de los periodistas. Pero, sobre todas las cosas, el Gobierno catalán y su policía deben aclarar a la sociedad qué medidas de protección de la población adoptaron después de tener conocimiento de la amenaza. Resulta "asqueroso" contemplar la cadena de "mentiras" que acompañan las declaraciones de los integrantes del Gobern de la Generalita junto con sus socios que los sostienen, Las CUP y Ezquerra. No han dicho una sola verdad en nada. Dá pánico pensar que semejantes sujetos se hicieran con el Poder Absoluto en Cataluña. El pueblo catalán no puede permanecer impasible "anestesiado por el "soberanismo".
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