Desde el día que el Rey encargó a Rajoy la formación de gobierno, previo debate de investidura, no se olvide que es preceptivo-necesario-imprescindible etc, la prensa afín al PP ha montado un discurso de los más descacharrante, propio de alevines a periodistas que quieren agradar a su jefe. No hay momento u ocasión que no pongan en juego la muletilla de si hay terceras elecciones la culpa será del PSOE. Es como de delirium tremen pedir a la oposición que apoye al PP. Vamos, como si los conservadores pidieran a los laboristas que apoyen al Primer Ministro. Pero estos tipejos que se han creído, que las elecciones no sirven para nada. Se piensan que los votos, quince millones por cierto, de la oposición también son suyos. Han perdido la vergüenza, si es que la han tenido alguna vez, tienen la desfachatez de decir las urnas han liberado de responsabilidad de corrupción al PP. Hace falta ser canalla para decir eso, hace falta ser igual de corrupto que el PP.
Desde algunas cadenas de TV, principalmente pagadas con la -X- en la casilla de la Iglesia Católica, en el programa dirigido -manejado por el seudo-periodista que en la legislatura de Zapatero puso imagines del tiempo de Aznar atribuidas a Zapatero, ejemplo de solvencia periodistica, para denigrar a Zapatero. En esta tertulia aparece un tal Davila que confundió las ladillas con la sífilis, ejemplo de preparación de una entrevista a Camilo J. Cela, este sujeto, como gusta en calificar a sus no afines, no se si por mentir o por que no saber, suelta unas patadas a la realidad vivida que son merecedoras del recado que les dio el querido Labordeta. Para él y sus comparsas A LA MIERDA. Gracias Labordeta.
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