Quién me compra un lío. Un batiburrillo de no te menees. Totum revolutum: amnistía, Puigdemont, jueces variados. Sale mucho Putin. A ello.
Destacado: les gusta mucho la palabra humillación. Abc: “Junts vuelve a humillar a Sánchez y lo obliga a renegociar la amnistía”. Libertad Digital: “Junts humilla a Sánchez y tumba la ley de amnistía”. Vozpópuli, José Alejandro Vara: “La que manda humilla a Sánchez”. Mayte Alcaraz, El Debate: “De humillación en humillación”. Alguno se adorna, como Luis Miguel Fuentes en El Independiente: “La amnistía era poca amnistía, o la humillación era poca humillación. Sánchez va a tener que mear más sangre (sangre prestada por el español ya sequizo, que nuestro presidente sólo mea agüita de coco)”.
Hay variaciones de la misma copla. Francisco Marhuenda, en La Razón, lo ve clarísimo: “Los delincuentes derrotan a Sánchez”. O Luis Herrero en Abc: “Empiezan las tortas. Los dos se tienen cogidos por salva sea la parte y ambos corren el peligro de convertirse en eunucos”. En The Objective, Miguel Ángel Benedicto: “Una estación más en el calvario de un títere en manos de un extorsionador que maneja los hilos desde su dacha de Waterloo”. Un punto escatológico, Pedro Narváez en La Razón: “Llegar hasta aquí sea cual sea el resultado es suficiente como para hacer un cuadro cubista en el que el ojo es en realidad el ojo del culo. El presidente es un mamarracho igual que sus ideas para regenerar España”. Por ahí anda también Pablo Molina, de Libertad Digital: “Ahora toca una nueva etapa con más humillaciones, nuevos insultos y más viajes de Santos Cerdán a rendir pleitesía al golfete de Waterloo. (…) Sánchez ha puesto en posición genucubital a todos los diputados de su partido, comenzando por él mismo, pero el quinqui del maletero ha decidido que no quiere consumar todavía y que hay margen para profundizar en esa bonita relación”. Rematamos con Román Cendoya, en The Objective: “Pedro Sánchez, derrotado y sometido a Puigdemont, no deja de ser un golpista como Carles”. Incluso alguno aprovecha el lance para sus miserias. Abc, Chapu Apaolaza: “Han dicho en Junts que en Moncloa huele a muerto. El cuervo no es malo (…) y sabe distinguir un hombre de una mujer, y en eso ya adelanta a buena parte de los que mandan en mi Españita”.
Reconoce el Cata que le han encantado las dos portadas que aquí les reproducimos. Mismo acorazado, mismos misiles, mismo objetivo.
Pero claro, esto no era nada, que ha reaparecido el malvado Putin. Tema antiguo, de hace años, pero qué más da. Así que el acabose. Pónganse los cinturones. Incluso el casco.
José Ignacio Torreblanca, El Mundo: “No podemos amnistiar la injerencia rusa en Cataluña. Hay contactos gravísimos en torno a Tsunami Democràtic que apuntan a un atentado contra la soberanía nacional por parte de Rusia”.
Otro titular de El Mundo: “Las pruebas de la implicación rusa en el 'procés': 16 nombres propios y una cumbre en casa de Puigdemont horas antes de la DUI”. The Objective: “El juez reactiva la investigación sobre los vínculos del ex presidente de la Generalitat con Rusia antes y después de la DUI”. La consecuencia, también en The Objective: “Un juez encuentra en la injerencia rusa otra vía para impedir la amnistía a Puigdemont” o “La conexión rusa de Puigdemont allana el camino para frenar la amnistía en la UE”. Y ya, en cadena. El Debate, Alfonso Ussía: “Puigdemonov. La Guardia Civil ha remitido al juez un manuscrito de Karlos Puigdemonov que prueba la participación de Rusia en el golpe de Estado de Katalonia. (…) Lo cierto es que Rusia jamás perdonó a España su derrota en la Guerra Civil”. El Mundo, Raúl del Pozo. “Los independentistas querían entregar España a Rusia”. The Objective: “Sánchez y la alta traición. El coqueteo del presidente con quienes manejaron la alta traición, si se demuestra la financiación rusa del ‘procés’, sería la indignidad suprema”. Sección de Opinión de Libertad Digital, martes 28. Pablo Planas: “El amigo de Putin y de Sánchez”; Cristina Losada, “Sánchez tendrá que amnistiar la injerencia de Putin”, y el editorial, “Los tratos mafiosos de Puigdemont con Putin amenazan los planes de Sánchez”.
Todo esto se ameniza con una catarata de investigaciones periodísticas de mucho mérito, tanto como leer el escrito del juez Joaquín Aguirre. Atentos. The Objective: “Rusia informó a un asesor del expresident catalán de sus intenciones de invadir Ucrania” –sorpresa del Catavenenos: estábamos en 2017 y Rusia invadió Ucrania en 2022– o “Moscú advirtió a Puigdemont de que le retiraría su apoyo si defendía a Navalni”. Pero ninguno como El Debate: “La Guardia Civil investiga un pagaré millonario que el agente de Putin entregó al asesor de Puigdemont. El documento que el emisario ruso entregó a un asesor de Puigdemont prometía la estratosférica cantidad de 500.000 millones de dólares”; “El emisario de Putin ofreció a un asesor de Puigdemont 10 millones en metálico para financiar sus gastos en Bélgica”; “Un emisario de Putin que se reunió con Puigdemont se fugó de un hospital de Barcelona y murió al llegar a Rusia”; “Puigdemont organizó tres grupos de trabajo para crear el criptobanco catalán que le exigía el emisario de Putin”.
Ante la duda, aquí llega Jiménez Losantos en El Mundo y lo aclara todo: “La Narcoesfera de Sánchez debe amnistiar a Putin (…) La fuerza del comunismo no reside en su ideología o en sus resultados, sino en la corrupción de la coca y el miedo a sus padrinos”. ¿Que no han entendido nada? Y qué más da. Hemos conseguido meter en el mismo párrafo a Sánchez con los narcos y con Putin. ¿Acaso no es suficiente? Unidos a la alegre polka, el resto. Editorial de El Debate. “Nos faltaba Putin. Es que la colección es notable: el sultán marroquí, Maduro, Puebla, Hamas, hutíes, Putin…. Quizás con la esperanza de añadir al bloque el respetado líder de Corea del Norte, Kim Jong-un”. Lo explica mejor Antonio R. Naranjo en el mismo medio: “Putin, Maduro, Hamás, Mohamed e Irán: los amigos de Sánchez. A los estropicios domésticos le añade también un bochorno internacional sin parangón”.
Terminemos con cosas de jueces. De entrada, su héroe. Ramón Palomar, Abc. “No sé si García-Castellón viene del extrarradio, pero merece un busto en nuestras ciudades”. El Debate, Antonio Jiménez: “Siempre nos quedará un García-Castellón”. Ampliamos campo: Javier Somalo, Libertad Digital: “Sólo una férrea y despierta oposición política y mediática y la completa implicación de jueces y fiscales por la causa constitucional sin matices pueden hacer fracasar la ignominia de que un atajo de terroristas y golpistas mantenga con sus pocos votos a un presidente socialista que no ganó las elecciones”; Daniel Múgica, The Objective: “Tenemos al poder ejecutivo y a la mitad del poder legislativo que son partidarios del terrorismo, y a parte del poder judicial amparando al terrorismo, lo que significa que el Estado beneficia al terrorismo (…) El PSOE normaliza el crimen y aplaude al criminal, el PSOE aúpa al delincuente y abraza la delincuencia”. Inmejorable final para este apartado. El Debate, Edurne Uriarte. “La izquierda ha convertido España en ese país donde puedes ir a la cárcel por un beso, pero a la calle por un acto terrorista (…) La inquietante realidad de que esta semana un juez de la Audiencia Nacional ha mandado a Rubiales a juicio por el beso a Jenni Hermoso, mientras que el PSOE ha pactado con los independentistas amnistiar el terrorismo”. ¿Verdad que les ha gustado esta vuelta de tuerca?
Esto se alarga y nunca le encontramos final. Se nos quedan fuera más piropos a Conde Pumpido –“sumiso a un sicópata”, dice Carlos Dávila en Okdiario– o a Yolanda Díaz: “Fabricante de parados de alma estalinista”, en palabras de Antonio R. Naranjo, en El Debate, por no hablar de los calificativos a Sánchez, recurrentes: “cobardón y pelele”, Antonio Pérez Henares en El Debate; “fatuo e irresponsable inculto”, Jimmy Giménez-Arnau en Okdiario; “mequetrefe” en Abc, Carlos Herrera. Fíjense si la cosa estará mal para el presidente, que Rosana Laviada, en Libertad Digital, tiene claro que Sánchez recurre al porno para tapar sus vergüenzas: “El gobierno parece haber emprendido una nueva cruzada, pero da la sensación de que estamos ante una cortina de humo para tapar cuestiones más graves vinculadas con los pactos del Ejecutivo con sus socios de Junts”.
Pero arriba ese ánimo y despidámonos hasta el próximo domingo con este sentido recuerdo al polémico –eso dicen ellos– cartel de la Semana Santa sevillana. Jaume Vives, La Gaceta: “Creo no ser muy duro si digo que, objetivamente, la obra es una boñiga. Podría servir para la Semana del Orgullo, pero no para la Semana Santa”. Hasta el exministro espía Jorge Fernández-Díaz, aquél que vio la luz cristiana en los casinos de Las Vegas y que habla, así como usted y como yo, con su ángel de la guarda, se permite escribir en La Razón: “No es precisa mucha imaginación para ver muy presente en su obra una lamentable concesión a la ideología de género y en concreto a la comunidad gay, como recogen tantas opiniones críticas por los evidentes rasgos afeminados del Cristo”.
¿Pero quién mejor que Alfonso Ussía para la guinda final del pastel? El Debate: “El cartelito de marras. El hecho de que Salustiano –autor y padre del modelo– haya elegido a su hijo para afeminar la imagen de Cristo, abre las puertas de la sospecha. Ahí no hay dolor, no hay sufrimiento, no hay tortura, no hay sacrificio ni hay nada de nada. Un Cristo que nada recuerda a Cristo para anunciar la Semana Santa más sentida, amada, llorada y artística del mundo”.
Es que no respetan nada. UF, QUÉ CANSANCIO.
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