miércoles, 14 de febrero de 2024

A FEIJÓO SE LE SOLTÓ LA LENGUA 'ESTABA CON LA COPITA'

 

FEIJÓO CON LOS PERIODISTAS.

FEIJÓO DIJO...

LOS PERIODISTAS ENTENDIERON...

Lo de Feijóo ya es para hacerselo mirar. Delante de 16 periodistas de distinto pelaje y condición Feijóo dijo lo que dijo y que todos los presenten entendieron. Tal cual lo transmiten a sus medios y cunde la sorpresa por lo dicho por Feijóo. Algún gurú de Genova se dió cuenta que lo dicho por Feijóo que dinamitaba, el solito, toda la politica del PP, y empiezan los desmentidos que son de traca.

Resulta, según el PP, que lo dicho por Feijóo no se corresponde con lo entendido por los 16 periodistas y que son periodistas Sanchistas. Esto ya es de auro boreal. 

Feijóo cada día se parece más a Casado, pero con menos gracia. Casado era más inocente Feijóo es más de veterano de la mentira y la manipulación.

En todos los años de democracia nunca ningún politico había dicho que lo dicho por él delante de 16 periodistas no se había dicho. Siempre hay una primera vez y, ha tenido que ser Feijóo.

Pero el expresidente gallego dijo lo que dijo. Lo escucharon de su propia boca 16 periodistas. No uno ni dos, sino 16. ¿Entonces qué fue lo que sucedió? Lo que ocurrió, es que Puigdemont el día anterior se había plantado. Se plantó y amenazó a Feijóo con contar la verdad de sus contactos y negociaciones.

Tras la votación aplastante de la Junta de Fiscales del Supremo para investigar a Puigdemont por terrorismo, este lanzaba una carta abierta el viernes donde arremetía contra el PP. Y lanzaba una frase contra la línea de flotación de la derecha: “Si Junts hubiese apoyado la investidura de Feijóo los jueces no estarían actuando de esta manera”. Y amenazaba: “Todo se sabrá”.

Salvando distancias siderales entre la situación de aquellos días de marzo y estos días de febrero, lo cierto es que acaba de ponerse al descubierto, por iniciativa propia, el gigantesco ejercicio de hipocresía desplegado por el Partido Popular desde su derrota electoral el pasado 23 de julio, o mejor dicho, desde que fue consciente de que en este país no basta con ser el más votado en las urnas sino que debe ser capaz de sumar una mayoría parlamentaria para gobernar. Cabe preguntarse si el PP ha asumido esa realidad del juego democrático desde aquel 14 de marzo de 2004. Ni el propio Aznar, ni Rajoy, ni sus sucesores, ni los autores de las teorías conspiranoicas sobre el 11M (desde Pedrojota a Jiménez Losantos pasando por un tal Del Pino y otros presuntos periodistas a cobro revertido) han rectificado ni pedido disculpas jamás. De hecho ahí siguen, predicando desde diferentes púlpitos e intentando condicionar los movimientos en el espacio de las derechas.

Lo ocurrido este último fin de semana es para reír por no llorar (o hacerse portugués, como mínimo). Una altísima fuente del Partido Popular (sospecho que el propio Feijóo, pero no se lo digan a nadie) invitó a comer el viernes en Lugo a periodistas de 16 medios distintos, y allí contó algunas cosillas sin mayor importancia: que el PP mantuvo contactos de alto nivel con Junts para intentar captar sus 7 votos para la investidura de Feijóo; que durante al menos 24 horas estudió la posibilidad de una amnistía; que estaría dispuesto a conceder indultos a Puigdemont y compañía si se dieran las condiciones adecuadas dentro de un “plan de reconciliación para Cataluña”; y que “será difícil” para los jueces probar que el expresident de la Generalitat cometió delitos de terrorismo

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