BEGOÑA VILLACÍS ES UN CADAVER POLITICO, NO TIENE QUIEN LA QUIERA
Begoña Villacís, esté como un roble y se mantenga de la mejor manera durante el mayor tiempo) nos encontramos a un personaje que también se proyecta ante el vacío dentro de pocas semanas. Un vacío político, claro está. Concretamente, un espacio vacante en el correoso mundo de la política madrileña. Del 28M, después de ocho años, se presupone cada vez más un Ayuntamiento de Madrid sin Villacís. Hasta entonces, la de Ciudadanos tiene una lista de tareas también por cumplir de cara a la ciudadanía: la primera de ellas, no meter más la pata.
Cuentan las malas lenguas que, cuando Begoña Villacís llegó al Consistorio el 13 de junio de 2015 para ser oposición al gobierno de Manuela Carmena de Ahora Madrid, la edil empujaba para salir en todas las fotos posibles en los actos institucionales. Y cierto es que, con empujones o no, la líder de Ciudadanos en la capital se fue labrando un perfil propio que le sirvió en 2019 para obtener 11 concejales, cuatro más que en la legislatura anterior. La derecha volvía a hacer suyo el bastón de mando de la capital, Villacís se convertiría en vicealcaldesa de José Luis Martínez-Almeida, del PP, con el beneplácito de los ultras de Vox.
Diferente pinta el panorama de cara a este mes de mayo para Ciudadanos. El partido naranja consiguió hace cuatro años establecerse en el tablero estatal como la tercera fuerza política y así se reflejaba también en parlamentos autonómicos y consistorios constituidos a raíz del anterior ciclo electoral. Hoy, por el contrario, la formación pelea plaza a plaza para no desaparecer del mapa. El precedente de hace dos años en la Comunidad de Madrid, donde Ciudadanos pasó de estar en el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso a ser expulsado de la Asamblea de Vallecas pone, en la sede de Ventas, todavía los pelos de punta.
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