LAS MALAS COMPAÑÍAS DEL PP Y DE FEIJÓO
PRIMERO VOTARON A PABLO CASADO QUE ERA TAN MALO Y TORPE QUE LO TIRARON POR LA VENTANA EN CUATRO DÍAS, ESPERANZA AGUIRRE LO LLAMÓ CHIQUILICUATRE Y LE PUSO EN EL DISPARADERO. AHORA HAN PUESTO A FEIJÓO QUE HA DEJADO GALICIA HECHA UNOS ZORROS Y DESDE QUE EJERCE COMO PRESIDENTE DEL PP NACIONAL HA METIDO LA PATA UNA DOCENA DE VECES.
Tras el tumultuoso relevo de Pablo Casado al frente del derechista Partido Popular (PP) por el gallego Alberto Núñez Feijóo, conocido por sus años de amistad con el narcotraficante Marcial Dorado, el partido está con ánimos para festejar.
En las encuestas está por delante del partido gobernante, el PSOE, por primera vez en años, actualmente en torno al 5%. Y su líder, Feijóo, ya está preparando el relevo del Gobierno de izquierdas, aunque queda un ratito hasta las próximas elecciones en noviembre de 2023. También se puede ver este cambio de ánimo del electorado de forma positiva: El partido fascista Vox ha retrocedido en las encuestas.
Algunos de los nostálgicos del franquismo entre los votantes españoles han vuelto a su casa política, es decir, al partido de derechas fundado por el ministro franquista Manuel Fraga Iribarne tras el fin de la dictadura.
El hecho de que el nuevo líder Feijóo haya brillado hasta ahora más bien por su bochornosa incompetencia no le quita el triunfo. Por ejemplo, en su primer cara a cara en el Senado, la segunda cámara del parlamento español, acusó al gobierno de una inminente bancarrota estatal: 250 puntos de prima de riesgo, es decir, un 2,5 por ciento de interés más de costes en los bonos del Estado (en comparación con Alemania). Al hacerlo, había confundido la prima de riesgo, que está en torno al uno por ciento, con los tipos de interés de los préstamos en España.
Su anuncio de pasar de los insultos al gobierno, el estilo de su predecesor, a desempeñar un papel de oposición estatista se ha desvanecido en el aire. Un problema principal del escandaloso estado de la judicatura española ha sido la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el órgano supremo de supervisión del aparato judicial, pendiente desde hace más de tres años y medio.
Y ello a pesar de las reiteradas amonestaciones de la Comisión Europea para que se ponga fin a esta situación inconstitucional. El partido de derechas PP bloquea esta renovación, ya que la composición actual se remonta a la época de su mayoría absoluta y, por tanto, le resulta ventajosa. La urgencia de que el CGPJ ejerza su función de control quedó patente el pasado mes de noviembre.
En ese momento, el abogado Eduardo Martín Duarte había presentado una denuncia ante el CGPJ, basada en unas grabaciones telefónicas del banquero italiano Andrea Orcel, que permiten adivinar lo que son las "cloacas judiciales" en España. Ejemplo: Ana Patricia Botín, heredera y jefa del Banco Santander, se jacta allí de que su banco sólo perdería juicios si quisiera. No se ha vuelto a saber de esta denuncia.
Bajo una presión creciente, especialmente de la UE, la entonces dirección del PP de Pablo Casado en octubre de 2021 había firmado finalmente un acuerdo con el Gobierno sobre las modalidades de una renovación del CGPJ. Cuando el Gobierno exigió ahora que este acuerdo fuera aprobado por el Parlamento, Feijóo en un principio negó su existencia.
Bajo una presión creciente, especialmente de la UE, la entonces dirección del PP de Pablo Casado en octubre de 2021 había firmado finalmente un acuerdo con el Gobierno sobre las modalidades de una renovación del CGPJ. Cuando el Gobierno exigió ahora que este acuerdo fuera aprobado por el Parlamento, Feijóo en un principio negó su existencia.
Feijóo mediocre y mendaz. Para no bariar